“Internet
es un instrumento revolucionario que permite recibir y transmitir ideas, en las
dos direcciones, algo que debemos saber usar”… Fidel Castro Ruz.
Revoluciones de colores es
el nombre colectivo que han recibido una serie de movilizaciones políticas en
el espacio ex soviético llevadas a cabo contra líderes
acusados de "prácticas dictatoriales", amañar las elecciones o de
otras formas de corrupción. En ellas los manifestantes suelen adoptar como
símbolo un color específico que da nombre a su movilización. Este fenómeno
surgido en Europa Oriental también ha tenido repercusión
en Oriente Medio.
En síntesis se concretan en las
movilizaciones y protestas multitudinarias, las camisetas y pancartas de colores,
el hervidero de las redes sociales de Internet (Facebook, Twiter), los
pasquines con el consabido puño cerrado y -en suma- el llamamiento popular al
“cambio”.
El fenómeno de las Revoluciones
de Colores en estos países es parejo a la emergencia de ciberturbas
(Manila 2000, Madrid 2004, Francia 2005, etc.), término acuñado en español por Juan Urrutia
en 2003 para describir las movilizaciones y encuentros callejeros masivos
producto de un proceso deliberativo desarrollado previamente en la red virtual.
La clave común de ciberturbas
y revoluciones de colores es la consolidación de grandes espacios
virtuales deliberativos que permiten la emergencia de una supuesta agenda pública “autónoma”. Realmente la
injerencia extranjera occidental produce y articula estas agendas prefabricadas
aprovechando cierto descontento popular.
Los teléfonos móviles no
sacan a la gente a la calle. Coordinan por una conversación social previa, y
muchas veces masiva, que ha tenido lugar en la Red.
Podríamos definir una ciberturba,
como la culminación en movilización en la calle de un número relevante de
personas de un proceso de discusión social llevado a cabo por medios
electrónicos de comunicación y publicación personales en el que se rompe la
división entre ciberactivistas y movilizados.
El laboratorio que dio
cuerpo y definición a este tipo de operación intervencionista con fachada de
revuelta popular pacifica, fue el derrocamiento de Slobodan Milosevic en Serbia
y Montenegro en el año 2000. Tal fue la dimensión de la intervención
extranjera, que incluso los mismos líderes de OTPOR han reconocido públicamente
que recibían apoyo material y financiero del exterior. OTPOR (significa
Resistencia en serbio). Una vez Milosevic fuera del poder, los jóvenes de OTPOR
protagonistas de las revueltas, pasaron a un segundo plano y las fuerzas
políticas de viejo cuño asaltaron el poder imponiendo una agenda occidental.
Algunos procesos
considerados como revoluciones de colores:
- Revolución de las rosas: salida del poder de Eduard Shevardnadze en Georgia el 2003.
- Revolución Naranja: elección de Víktor Yushchenko en Ucrania el año 2004.
- Revolución de los tulipanes: salida del gobierno de Askar Akayev en Kirguistán el año 2005.
- Revolución del cedro: salida de las fuerzas de Siria del Líbano en el año 2005.
- Revolución de los jazmines: salida del gobierno de Zine el Abidine Ben Alí en Túnez el año 2010.
Revoluciones fracasadas
- Revolución Blanca, fallido intento de derrocar a Alexander Lukashenko en Bielorrusia.
- Revolución Azafrán, fallido intento por parte de monjes budistas de derrocar el gobierno militar en Birmania.
- Revolución Verde, protestas en Irán contra el presunto fraude electoral y en apoyo del candidato de la oposición Mir-Hossein Mousavi.
- Revolución Twitter, protestas en contra del triunfo del Partido de los Comunistas de la República de Moldavia, en las elecciones parlamentarias de 2009.
Los intentos contra Cuba de
promover revueltas parecidas han fracasado estrepitosamente. Muestra de ello
fue la paliza recibida por los tuiteros al servicio del gobierno de Estados
Unidos, que pretendieron respaldar en esta red social, las peligrosas
provocaciones organizadas por ciudadanos norteamericanos de origen
cubano con vínculos con el terrorismo, en aguas próximas a las costas cubanas,
en víspera del día de los Derechos Humanos y previo a la visita del Papa.
Lo planteado por Mauricio
Manuel Reyes, en el artículo, “Ciberguerra
VS Cuba: Los gobiernos incómodos del “Cuarto Mundo”, publicado en Cubadebate,
“Bajo esta estrategia injerencista, es ‘legal’ para el Ejecutivo estadounidense
fabricar ‘ciberdisidentes’ o mercenarios virtuales orientados a difundir
mensajes manipulados o realizar llamamientos a la desobediencia civil en Cuba,
empleando plataformas como Twitter, Facebook, Blogs y otras, pone
al descubierto la injerencia directa del gobierno de EEUU contra nuestro país y
por tanto no es indirecta.
Pero como dijo nuestro José Martí…“A
un plan” obedece nuestro enemigo: el de enconarnos, dispersarnos,
dividirnos, ahogarnos. Por eso obedecemos nosotros a otro plan; enseñarnos en
toda nuestra altura, apretarnos, juntarnos, burlarlo, hacer por fin a nuestra
patria libre. Plan contra plan.”
Nota: varios elementos y
definiciones fueron tomados del libro “El poder de las redes”, Manual
ilustrado para ciberactivistas escrito por David de Ugarte, socio del Grupo
Cooperativo de las Indias, quien lo cedió al dominio público.
6 de noviembre de 2012 Pedroa125.
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