Periodista Julio Ferreira. (Blog Contrainjerencia.com)
La actual presidenta del Partido Popular
(PP) de Madrid, Esperanza Aguirre, sigue obsesionada en ser la principal
cabecilla de las campañas mediáticas contra Cuba y representante de la
extrema derecha cubano americana de Miami en la capital española.
Así la fiel seguidora del ex gobernante ultraconservador español José
María Aznar continúa empecinada en su cruzada contra la Isla caribeña,
motivada por sus estrechos vínculos históricos con la mafia y los
terroristas cubano-americanos asentados en la ciudad estadounidense de
Miami.
Medios políticos y periodísticos españoles coinciden en señalar que
Aguirre ha recibido importantes sumas de dinero de esa ultraderecha
cubano-americana, que ve en ella su portavoz en Europa, como lo fue
Aznar cuando gobernó España entre 1996 y el 2004.
Al parecer ella – al igual que en su momento logró Aznar en un
acuerdo para financiar su campaña con el extinto Jorge Más Canosa, quien
fuera presidente de la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA), y
que devino en el sonado escándalo de la empresa Sintel - también aspira
a recibir financiamiento de Miami en una eventual campaña de ella para
llegar a La Moncloa.
No por gusto esas mismas fuentes concuerdan en que el empeoramiento
del síndrome anticubano de la representante del PP obedece a su interés
de promocionarse para lograr ese anhelado objetivo de convertirse en la
líder de su formación política y candidata a los comicios de 2016.
Varios medios de comunicación han denunciado que Aguirre – en pago
político a sus compromisos con esa ultraderecha de Miami – durante todo
su mandato como presidenta de la Comunidad Autónoma de Madrid apoyó en
cuerpo y alma cualquier evento que sirviera para difamar de la
Revolución Cubana e intentar lograr – sin éxito – su aislamiento
internacional.
También autorizó desde su cargo la utilización del financiamiento de
los contribuyentes españoles para apoyar económicamente, mediante
fuerte subvenciones, a ONG´s españolas vinculadas al accionar anticubano
y, de manera especial, a varias organizaciones contrarrevolucionarias
con sede en Madrid, como es la Fundación Hispano-Cubana (FHC), filial en
España de la FNCA.
Por ello no sorprendió que con la llegada al territorio español del
convicto Ángel Carromero, Aguirre asumiera de inmediato el mando de la
campaña mediática contra Cuba con sus habituales ataques furiosos e
injuriosos contra el Gobierno cubano, adoptando así una actitud
totalmente opuesta a la del Gobierno de Mariano Rajoy.
El también vicesecretario de Nuevas Generaciones (NN.GG) del PP,
quien había viajado a Cuba como turista para en realidad sostener
reuniones conspirativas y abastecer con una generosa suma de dinero a
elementos contrarrevolucionarios en total correspondencia con los planes
subversivos contra la Isla que financia Estados Unidos, fue juzgado y
condenado por ser el responsable de un delito de tráfico en el que
fallecieron dos miembros de la “disidencia”.
A la llegada del reo a la capital española, Pablo Casado, diputado y
máximo líder del ala juvenil del PP, declaró que el viaje de Carromero a
Cuba había sido “una iniciativa personal”.
Esperanza Aguirre que renunció a su cargo como presidenta de la
Comunidad de Madrid en septiembre pasado, en coincidencia con el curso
de no confrontación escogido por el gobierno ibérico en el “caso
Carromero”, insiste en que sobre el viaje del dirigente juvenil “no tenía conocimiento personalmente, pero sí se sabía en Nuevas Generaciones”.
Sin embargo, varias fuentes dentro y fuera del PP coinciden en
señalar que tanto el Sr. Casado como Esperanza Aguirre no sólo estaban
al corriente del viaje sino que conocían además en qué consistía la
misión injerencista de Carromero en la Isla.
Ello también explicaría el apresuramiento de Esperanza Aguirre en
convertirse en la benefactora de Carromero y visitarlo en la prisión de
Segovia donde está recluido, cuestión que intentó sin éxito el mismo día
de su llegada, pero que logró hacer poco después, aunque se desconoce
lo conversado entre ellos y no se puede descartar hasta posibles
indicaciones y recomendaciones haya dado Aguirre al recluso.
Sin embargo esa visita sirvió a la presidenta del PP de Madrid para
lanzar con el apoyo de algunos medios sus habituales diatribas contra
Cuba, defender la “inocencia” del dirigente de NN.GG, y tratar de
sembrar sus intrigas sobre el supuesto “asesinato político” de los dos
“disidentes” fallecidos para intentar sustentar su solicitud de una
“investigación internacional” en absoluta sintonía con el interés de la
ultraderecha cubano americana.
Pero en esta ocasión fue el propio Gobierno español que se encargó de
desacreditar a Esperanza Aguirre en respuestas por escrito al portavoz
parlamentario de Izquierda Unida, José Luis Centella, al reconocer oficialmente que las autoridades cubanas actuaron correctamente en el “caso de Carromero”.
Para el dirigente de Izquierda Unida “lo mejor que podía hacer la
señora Aguirre es dejar de tratar de sembrar la desconfianza y la
insidia sobre las actuaciones realizadas. Su actuación como destacada
responsable del PP sólo se puede entender dentro de la obsesión de
Aguirre por todo lo relacionado con Cuba, pero en este caso resulta tan
poco creíble que sería necesaria una respuesta adecuada por parte del
Gobierno español y del propio Partido Popular”.
Desde ya los augurios para Aguirre son desesperanzadores si insiste
en convertirse en la lideresa en Madrid de la campaña difamatoria
contra Cuba que tanto desea la mafia cubano americana de Miami. La
verdad no se puede ocultar. Eso lo sabe el Gobierno español que optó de
manera atinada por la diplomacia. Y Cuba como siempre tiene su
conciencia tranquila, pues sabe que actuó de manera correcta y generosa
con este ciudadano español.
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