Publicado en Rebelión.
Toda campaña de promoción del turismo es una versión edulcorada y amable
de la realidad de un país. Los campos de golf, los yates y las mesas
con marisco que vemos en las campañas del Gobierno de España (1), por
ejemplo, poco tienen que ver con su dura realidad social: más de cinco
millones de personas en desempleo (2), cerca del 25 % de su población
activa (3); una tasa de pobreza infantil del 27 % (4); cerca de 70.000
familias desahuciadas de sus viviendas cada año (5); o más de 45.000
estudiantes expulsados de la Universidad por no poder pagar la matrícula
(6), son solo algunos ejemplos.
En el caso de países con
situaciones generalizadas de pobreza, hambre o violencia, el contraste
es aún más chocante. Así, las campañas turísticas hacen desaparecen por
arte de magia a los cinco millones de personas desplazadas en Colombia
(7) (8), o a la mitad de la población con "subalimentación crónica" de
Haití (9) (10).
Sin embargo, sería absurdo esperar que los
medios de comunicación que ingresan elevadas sumas de dinero con los
anuncios de turismo de España, Colombia o Haití, decidieran acompañarlos
con reportajes o artículos sobre alguno de los dramas sociales
mencionados. Por la misma razón, nadie esperaría que estos medios
tildaran de “propaganda” gubernamental las campañas turísticas que
tantos ingresos les reportan.
A menos, por supuesto, que el país que promocione su turismo sea... Cuba.
Hace unos días, el diario español ABC llevaba a su sección
Internacional un texto titulado “Así es la auténtica Cuba frente a la
que presenta la propaganda”, en el que leemos que “el régimen de los
Castro lanza en España una campaña de promoción turística que poco tiene
que ver con la vida real de sus ciudadanos” (11).
Calificar
como “propaganda” una campaña de promoción del turismo de Cuba, pero no
hacerlo si es de otro país, puede parecer un sinsentido. Pero no lo es
tanto si quien lo hace es Carmen Muñoz, periodista de ultraderecha con
casi 30 años de servicio en el periódico monárquico ABC (12), y
encargada de apoyar, desde este diario, todas y cada una de las
iniciativas de la llamada “disidencia” cubana en favor del mantenimiento
de las sanciones a la Isla por parte de la Unión Europea y EEUU (13).
Es decir, el artículo tiene un objetivo muy preciso: contribuir a la
campaña contra el turismo a Cuba creada e impulsada desde Miami.
Una pregunta parece evidente: ¿el ABC habría publicado este texto si el
Ministerio de Turismo de Cuba hubiera insertado en sus páginas sus
módulos publicitarios? La respuesta es también evidente: no.
Como evidente es el fracaso de esta campaña contra Cuba, un país que
ofrece al turista, además de una naturaleza envidiable y una gran
riqueza cultural, la mayor seguridad del continente. Y la posibilidad de
dialogar con una población educada que, a diferencia de la de otros
lugares del continente, desconoce el hambre, la violencia en sus calles o
el desplazamiento forzoso (14). Y, a diferencia de la española, los
desahucios de sus viviendas o la imposibilidad de estudiar en una
universidad por falta de dinero (15).
(7) http://www.colombia.travel/es/ turista-internacional/ multimedia/videos/video- oficial-de-la-campana
(13) http://www.abc.es/ internacional/20131114/abci- acuerdo-cooperacion-cuba- consolidara-201311131833.html
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