No caben dudas, la mafia terrorista anticubana radicada en Miami
está al borde del infarto, debido a la corriente anti Bloqueo que se ha
incrementado en Estados Unidos durante las últimas semanas.Lo
anterior se puede comprobar en las declaraciones de los principales
actores de ese grupo mafioso que logró desarrollar una jugosa carrera
política, mediante manifestaciones permanentes en contra de la
Revolución cubana que le posibilitaron recaudar mucho dinero de diversas
fuentes, bajo el pretexto de luchar por el derrocamiento del gobierno
de los Castros.
Entre estos se encuentran los congresistas Mario Díaz-Balart y su hermano Lincoln, Ileana Ros-Lehtinen y Albio Sires, más los senadores Robert Bob Menéndez y Marco Rubio.
Para
tener una clara idea del pensamiento irracional de estos pandilleros,
basta con leer sus declaraciones más recientes en rechazo a la presencia
en La Habana, de Nelson Arboleda, funcionario del Centros de Prevención
y Control de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) y director
para el área de Centroamérica.
Dicho evento fue organizado por la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, ALBA,
con la participación de ministros de salud y altos especialistas de
todos los países, con el objetivo de establecer una estrategia
continental para enfrentar la epidemia del Ébola
y tomar medidas similares que eviten la entrada en la zona de esa
terrible enfermedad, para la cual aún no existen vacunas ni medicamentos
para prevenirla.
Cuba envió 263 médicos, enfermeros y
personal vinculado a la Salud para trabajar en el terreno, atender a los
enfermos y trasladar experiencias higiénicas que eviten el contagio de
más personas.
Según Mario Díaz-Balart: “Es una
vergüenza que Estados Unidos envíe a un representante a una reunión del
ALBA en La Habana y elogie a la dictadura cubana por enviar mano de obra
médica no voluntaria a África Occidental”.
Por su parte la irascible y torpe congresista Ros-Lehtinen, con su incontinencia verbal característica, expresó:
“Los médicos cubanos que prestan
servicios en África podrían traer el virus a América Latina, lo que
plantea una amenaza a su comunidad”.
“La decisión del régimen de Castro
para enviar médicos cubanos es un intento apenas disimulado de
propaganda que puede poner en riesgo el sur de Florida”.
Así se proyectan los miembros de esa
mafia tan “preocupada” por los derechos humanos. Para ellos lo único que
vale es que la Revolución cubana siga siendo satanizada y calificada
mundialmente como una “amenaza” a la seguridad mundial, imagen que han
contribuido a conformar como parte de los Planes y Operaciones
Encubiertas de la CIA, para crear rechazo hacia Fidel Castro.
Su odio viseral les impide priorizar el
salvar vidas humanas por encima de diferencias políticas, y con más
fiereza reaccionaron al conocer que Mr. Arboleda declaró en conferencia
de prensa: “Esta es una urgencia mundial y todos debemos trabajar juntos y cooperar”.
Tales posiciones fascistas ponen al descubierto sus verdaderos sentimientos e intereses, de ahí que “The New York Times”, asegurara en su editorial del pasado 1ro de noviembre:
“Afortunadamente, ellos se están convirtiendo cada vez más en voces solitarias en el debate sobre la política hacia Cuba”.
Después que no acusen a ese diario de
comunista ni de estar pagado por Cuba, como hizo el senador Bob
Menéndez, al ser censurado por participar en orgías con prostitutas en
República Dominicana, porque como dijera José Martí:
“Las verdades reales son los hechos”.
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