El héroe de la lucha contra el apartheid marcó para siempre la historia de África. En el crepúsculo de su existencia, Nelson Mandela
es venerado por todos. No obstante las grandes potencias occidentales
se opusieron hasta el último instante a su combate por la emancipación
humana y apoyaron al régimen racista de Pretoria
1. Nacido el 18 de julio de 1918, Nelson
Rolihlahla Mandela, apodado Madiba, es el símbolo por excelencia de la
resistencia a la opresión y al racismo y de la lucha por la justicia y
la emancipación humana.
2. Procedente de una familia de trece
hijos, Mandela fue el primero en cursar estudios en una escuela
metodista y estudió derecho en la Universidad de Fort Hare, la única que
aceptaba entonces a gente de color en el régimen segregacionista del
apartheid.
3. En 1944, se adhirió al Congreso Nacional Africano (ANC) y particularmente a su Liga de Juventud de obediencia radical.
4. El apartheid, elaborado en 1948 tras
la victoria del Partido Nacional Purificado, instauraba la doctrina de
la superioridad de la raza blanca y dividía a la población surafricana
en cuatro grupos distintos: los blancos (20%), los indios (3%,) los
mestizos (10%) y los negros (67%). Este sistema segregacionista
discriminaba a los 4/5 de la población del país.
5. Se crearon bantustanes, reservas
territoriales destinadas a la gente de color, para hacinar a las
poblaciones no blancas. Así, el 80% de la población tenía que vivir en
el 13% del territorio nacional, muchas veces desprovisto de recursos
naturales o de sector industrial, en la mayor indigencia.
6. En 1951, Mandela se convirtió en el
primer abogado negro de Johannesburgo y tomó la dirección del ANC de la
provincia del Transvaal un año después. También fue nombrado
vicepresidente nacional.
7. A la cabeza del ANC, lanzó la defiance
campaign contra el régimen racista del apartheid y utilizó la
desobediencia civil contra las leyes segregacionistas. Durante la
manifestación del 6 de abril de 1952, fecha del tercer centenario de la
colonización de Sudáfrica por los blancos, Mandela fue arrestado y
condenado a un año de prisión. Desde su arresto domiciliario de
Johannesburgo, creó células clandestinas del ANC.
8. En nombre de la lucha contra el
apartheid, Mandela preconizó la alianza entre la ANC y el Partido
Comunista Surafricano. Según él, “el ANC no es un partido comunista sino
un amplio movimiento de liberación que entre sus miembros incluye a
comunistas y a otros que no lo son. Cualquier persona que sea miembro
leal del ANC, y que acepte la disciplina y los principios de la
organización, tiene el derecho de pertenecer a sus filas. Nuestra
relación con el Partido Comunista Sudafricano como organización se basa
en el respeto mutuo. Nos unimos con el Partido Comunista Sudafricano en
torno a aquellos objetivos que nos son comunes, pero respetamos la
independencia de cada uno y su identidad individual. No ha habido
intento alguno por parte del Partido Comunista Sudafricano de subvertir
al ANC. Por el contrario, derivamos fuerza de esa alianza”.
9. En diciembre de 1956, Mandela fue
arrestado y acusado de traición con más de un centenar de militantes
antiapartheid. Tras un proceso de cuatro años, los tribunales lo
absolvieron.
10. En marzo de 1960, tras la masacre de
Sharpeville perpetrada por la policía contra los manifestantes
antisegregación que costó la vida a 69 personas, el régimen del
apartheid prohibió el ANC.
11. Mandela fundó entonces el Umkhonto we
Sizwe (MK) y preconizó la lucha armada contra el régimen racista
surafricano. Antes de optar por la doctrina de la violencia legítima y
necesaria, Mandela se inspiró de la filosofía de la no violencia de
Gandhi: “Aunque nos alzamos en armas, no era nuestra opción preferida.
Fue el régimen del apartheid el que nos obligó a tomar las armas.
Nuestra opción preferida siempre ha sido la de encontrar una solución
pacífica al conflicto del apartheid”.
12. El MK multiplicó entonces los actos
de sabotaje contra los símbolos y las instituciones del apartheid,
preservando al mismo tiempo las vidas humanas, lanzó con éxito una
huelga general y preparó el terreno de la lucha armada con un
entrenamiento militar de sus miembros.
13. Durante su estancia en Argelia en
1962 tras la invitación del Presidente Ahmed Ben Bella, Mandela
aprovechó la oportunidad para perfeccionar sus conocimientos sobre la
guerra de guerrillas. Argel puso a disposición del ANC campos de
entrenamiento y apoyo financieramente a los resistentes antiapartheid.
Mandela recibió allí una formación militar. Se inspiró profundamente en
la guerra de Liberación Nacional del pueblo argelino contra el
colonialismo francés. Tras su liberación, Mandela dedicó su primer viaje
al exterior a Argelia en mayo de 1990 y rindió tributo y homenaje al
pueblo argelino: “Es Argelia la que hizo de mí un hombre. ¡Soy argelino,
soy árabe, soy musulmán! Cuando regresé a mi país para enfrentarme al
apartheid, me sentí más fuerte”. Recordará que fue “el primer
surafricano entrenado militarmente en Argelia”.
14. Mandela estudió minuciosamente los escritos de Mao y de Che Guevara.
Se convirtió en un gran admirador del guerrillero cubano-argentino.
Tras su liberación, declarará: Las “hazañas revolucionarias [de Che
Guevara] —incluso en nuestro continente— fueron de tal magnitud que
ningún encargado de censura en la prisión nos las pudo ocultar. La vida
del Che es una inspiración para todo ser humano que ame la libertad.
Siempre honraremos su memoria”.
15. Cuba fue una de las
primeras naciones que brindó su ayuda al ANC. Al respecto, Nelson
Mandela subrayará: “¿Dónde hay un país que haya solicitado la ayuda de
Cuba y que le haya sido negada? ¿Cuántos países amenazados por el
imperialismo o que luchan por su liberación nacional han podido contar
con el apoyo de Cuba? Debo decir que cuando quisimos alzarnos en armas
nos acercamos a numerosos gobiernos occidentales en busca de ayuda y
solo obtuvimos audiencia con ministros de muy bajo rango. Cuando
visitamos Cuba fuimos recibidos por los más altos funcionarios, quienes
de inmediato nos ofrecieron todo lo que queríamos y necesitábamos. Esa
fue nuestra primera experiencia con el internacionalismo de Cuba”.
16. El 5 de agosto de 1962, tras 17
meses de vida clandestina, Mandela fue arrestado y encarcelado en
Johannesburgo, gracias a la colaboración de los servicios secretos de Estados Unidos con el régimen de Pretoria. La CIA dio a las fuerzas represivas del apartheid la información necesaria para la captura del líder de la resistencia surafricana.
17. Acusado de ser el organizador de la
huelga general de 1961 y de salida ilegal del territorio nacional, fue
condenado a cinco años de prisión.
19. El 9 de octubre de 1963 empezó el famoso juicio de Rivonia ante la Corte Suprema de Pretoria. El 20 de abril de 1964, frente al juez afrikáner Quartus de Wet, Mandela desarrolló su vibrante alegato y subrayó que frente al fracaso de la desobediencia civil como método de combate para conseguir la libertad, la igualdad y la justicia, frente a las masacres de Sharpeville y a la prohibición de su organización, el ANC no tuvo más remedio que recurrir a la lucha armada para resistir a la opresión.
20. El 12 de junio de 1964, Mandela y sus compañeros fueron declarados culpables de sedición y condenados a cadena perpetua.
21. El Consejo de Seguridad de las
Naciones Unidas denunció el juicio político de Rivonia. En agosto de
1963, condenó el régimen del apartheid y llamó a las naciones del mundo a
suspender sus suministros de armas a Sudáfrica.
22. Las grandes naciones occidentales
como Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia, lejos de respetar la
Resolución del Consejo de Seguridad, apoyaron al régimen racista
surafricano y multiplicaron los suministros de armas.
23. Desde De Gaulle hasta el gobierno de
Giscard, Francia fue un fiel aliado del poder racista de Pretoria y se
negó sistemáticamente a brindar su apoyo al ANC en su lucha por la
igualdad y la justicia
24. París, que nunca dejó de suministrar
material militar a Pretoria, incluso proveyó a Sudáfrica de su primera
central nuclear en 1976. Bajo los gobiernos de De Gaulle y de Pompidou,
Sudáfrica era el tercer cliente de Francia en materia de armamento.
25. En 1975, el Centro Francés del
Comercio Exterior (CFCE) señaló que “Francia está considerada el único
verdadero apoyo de Sudáfrica entre los grandes países occidentales. No
sólo suministra al país lo esencial de los armamentos necesarios para su
defensa, sino que además se ha mostrado benevolente, más incluso, un
aliado, en los debates y los votos de las organizaciones
internacionales”.
26. Encarcelado en Robben Island, con el
número 466/64, Mandela vivió allí 18 años de su existencia en
condiciones de una extrema dureza. No podía recibir más de dos cartas y
dos visitas al año y estuvo separado de su esposa Winnie –que no tenía
permiso para visitarlo– durante 15 años. Fue condenado a los trabajos
forzados, lo que afectó seriamente su salud, sin lograr jamás quebrar su
fuerza moral. Impartía cursos de política, literatura y poesía a sus
camaradas de fortuna y llamaba a la resistencia. A Mandela le gustaba
recitar el poema Invictus de William Ernest Henley: “It matters not how
strait the gate/How charged with punishments the scroll./I am the master
of my fate:/I am the captain of my soul”.
27. El 6 de diciembre de 1971, la
Asamblea General de las Naciones Unidas calificó el apartheid de crimen
contra la humanidad y exigió la liberación de Nelson Mandela.
28. En 1976, el gobierno surafricano
propuso a Mandela la liberación a cambio de que renunciase a su lucha.
Madiba rechazó firmemente la propuesta del régimen segregacionista.
29. En noviembre de 1976, tras las
revueltas de Soweto y la sangrienta represión que desató el régimen de
apartheid, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas impuso un
embargo sobre las armas con destino a Sudáfrica.
30. En 1982, Mandela fue transferido a la prisión de Pollsmoor, cerca de Cap.
31. En 1985, Pieter Willen Botha,
presidente de facto de la nación, propuso liberar a Mandela si se
comprometía a cambio a renunciar a la lucha armada. El líder de la lucha
antiapartheid rechazó la propuesta y exigió la democracia para todos:
“un hombre, un voto”.
32. Frente al recrudecimiento de las
operaciones de guerrilla del MK, el régimen segregacionista creó
escuadrones de la muerte con el fin de eliminar a los militantes del ANC
en Sudáfrica y en el extranjero. El caso más famoso es el de Dulcie
September, asesinada en París el 29 de marzo de 1988.
33. La movilización internacional a favor
de Nelson Mandela culminó con un concierto en Wembley en junio de 1988
en homenaje a los 70 años del resistente surafricano, que fue seguido
por 500 millones de personas en televisión.
34. El elemento decisivo que puso fin al
apartheid fue la estrepitosa derrota militar que las tropas cubanas
infligieron al ejército surafricano en Cuito Cuanavale en el sureste de Angola en enero de 1988. Fidel Castro
envió a sus mejores soldados a Angola tras la invasión del país por el
régimen de Pretoria apoyado por Estados Unidos. La victoria de Cuito
Cuanavale también permitió a Namibia, hasta entonces ocupada por
Sudáfrica, conseguir su independencia.
35. En un artículo titulado “Cuito
Cuanavale: batalla que terminó con el apartheid”, el historiador Piero
Gleijeses, profesor de la Universidad Johns Hopkins de Washington,
especialista de la política africana de Cuba, apunta que “la proeza de
los cubanos en el campo de batalla y su virtuosismo en la mesa de
negociaciones fueron decisivos para obligar a Sudáfrica a aceptar la
independencia de Namibia. Su exitosa defensa de Cuito fue el preludio de
una campaña que obligó a la SADF [ejército sudafricano] a salir de
Angola. Esta victoria repercutió más allá de Namibia”.
36. Nelson Mandela, durante su visita
histórica a Cuba en julio de 1991, recordó aquel episodio: “La presencia
de ustedes y el refuerzo enviado para la batalla de Cuito Cuanavale
tienen una importancia verdaderamente histórica. ¡La aplastante derrota
del ejército racista en Cuito Cuanavale constituyó una victoria para
toda África! ¡Esa contundente derrota del ejército racista en Cuito
Cuanavale dio la posibilidad a Angola de disfrutar de la paz y
consolidar su propia soberanía! ¡La derrota del ejército racista
permitió al pueblo combatiente de Namibia alcanzar finalmente su
independencia! ¡La decisiva derrota de las fuerzas agresoras del
apartheid destruyó el mito de la invencibilidad del opresor blanco! ¡La
derrota del ejército del apartheid sirvió de inspiración al pueblo
combatiente de Sudáfrica! ¡Sin la derrota infligida en Cuito Cuanavale
nuestras organizaciones no habrían sido legalizadas! ¡La derrota del
ejército racista en Cuito Cuanavale hizo posible que hoy yo pueda estar
aquí con ustedes! ¡Cuito Cuanavale marca un hito en la historia de la
lucha por la liberación del África austral! ¡Cuito Cuanavale marca el
viraje en la lucha para librar al continente y a nuestro país del azote
del apartheid! La decisiva derrota infligida en Cuito Cuanavale alteró
la correlación de fuerzas en la región y redujo considerablemente la
capacidad del régimen de Pretoria de desestabilizar a sus vecinos. Este
hecho, conjuntamente con la lucha de nuestro pueblo dentro del país, fue
crucial para hacer entender a Pretoria que tenía que sentarse a la mesa
de negociaciones”.
37. El 2 de febrero de 1990, el régimen
segregacionista, moribundo tras la derrota de Cuito Cuanavale, se vio
obligado a legalizar el ANC y aceptar negociaciones.
38. El 11 de febrero de 1990, Nelson Mandela finalmente fue libre tras 27 años de cárcel.
39. En junio de 1990, se abolieron las
últimas leyes segregacionistas tras la presión que imponen Nelson
Mandela, el ANC y el pueblo.
40. Elegido Presidente del ANC en julio
de 1991, Mandela recordó los objetivos: “En el ANC siempre estaremos al
lado de los pobres y sin derechos. No solamente estaremos junto a ellos.
Vamos a asegurarnos de que más temprano que tarde los pobres y sin
derechos rijan la tierra en la que nacieron y que —como expresa la Carta
de la Libertad— sea el pueblo el que gobierne”.
41. Fuertemente criticado por su alianza
con el Partido Comunista Surafricano por las potencias occidentales que
seguían apoyando al régimen del apartheid durante el proceso de paz,
Mandela replicó de modo contundente: “No tenemos la más mínima intención
de hacer caso a los que nos sugieren y aconsejan que rompamos esa
alianza [con el Partido Comunista]. ¿Quiénes son los que ofrecen estos
consejos no solicitados? Provienen mayormente de los que nunca nos han
dado ninguna ayuda. Ninguno de esos consejeros ha hecho jamás los
sacrificios que han hecho los comunistas por nuestra lucha. Esa alianza
nos ha fortalecido y la haremos aún más estrecha”.
42. En 1991, Mandela condenó el
persistente apoyo de Estados Unidos al régimen del apartheid: “Estamos
hondamente preocupados por la actitud que la administración Bush ha
adoptado con respecto a este asunto. Ese fue uno de los pocos gobiernos
que estuvo en contacto habitual con nosotros para examinar la cuestión
de las sanciones y le hicimos ver claramente que eliminar las sanciones
sería prematuro. Sin embargo esa administración, sin siquiera
consultarnos, sencillamente nos informó de que las sanciones
estadounidenses se iban a anular. Consideramos que eso es totalmente
inaceptable”.
43. En 1993, Mandela recibió el Premio Nobel de la Paz por su obra a favor de la reconciliación nacional.
44. Durante el primer escrutinio
democrático de la historia de Sudáfrica, el 27 de abril de 1994, Nelson
Mandela, de 77 años, fue elegido Presidente de la República con más del
60% de los votos y gobernó hasta 1999.
45. El 1 de diciembre de 2009, la
Asamblea General de las Naciones Unidas votó por unanimidad de sus 192
miembros una resolución que decreta el 18 de julio Día Internacional
Nelson Mandela, en homenaje a la lucha del héroe surafricano contra
todas las injusticias.
46. Si hoy día Mandela es saludado por
todos, desde hace décadas, las potencias occidentales lo consideraron un
hombre peligroso y lo combatieron apoyando el régimen del apartheid.
47. Estados Unidos, Francia y Gran
Bretaña fueron los principales aliados del régimen del apartheid, al que
apoyaron hasta el último momento.
48. Si Estados Unidos venera hoy día a Nelson Mandela, de Clinton a Bush pasando por Obama, conviene recordar que lo mantuvo en la lista de miembros de organizaciones terroristas hasta el 1 de enero de 2008.
49. Nelson Mandela recordó varias veces
los lazos inquebrantables que ataban a Sudáfrica a Cuba: “Desde sus días
iníciales, la Revolución Cubana ha sido una fuente de inspiración para
todos los pueblos amantes de la libertad. El pueblo cubano ocupa un
lugar especial en el corazón de los pueblos de África. Los
internacionalistas cubanos hicieron una contribución a la independencia,
la libertad y la justicia en África que no tiene paralelo por los
principios y el desinterés que la caracterizan. Es mucho lo que podemos
aprender de su experiencia. De modo particular nos conmueve la
afirmación del vínculo histórico con el continente africano y sus
pueblos. Su invariable compromiso con la erradicación sistemática del
racismo no tiene paralelo. Somos conscientes de la gran deuda que hay
con el pueblo de Cuba. ¿Qué otro país puede mostrar una historia de
mayor desinterés que la que ha exhibido Cuba en sus relaciones con
África?”
50. Thenjiwe Mtintso, embajadora de
Sudáfrica en Cuba, recordó la verdad histórica a propósito del
compromiso de Cuba en África: “Hoy Sudáfrica tiene muchos amigos nuevos.
Ayer estos amigos se referían a nuestros líderes y a nuestros
combatientes como terroristas y nos acosaban desde sus países a la vez
que apoyaban a la Sudáfrica del apartheid. Esos mismos amigos hoy
quieren que nosotros denunciemos y aislemos a Cuba. Nuestra respuesta es
muy simple, es la sangre de los mártires cubanos y no de estos amigos
la que corre profundamente por la tierra africana y nutre el árbol de la
libertad en nuestra Patria”.
*Doctor en Estudios Ibéricos y
Latinoamericanos de la Universidad Paris Sorbonne-Paris IV, Salim
Lamrani es profesor titular de la Universidad de La Reunión y
periodista, especialista de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos.
Su último libro se titula The Economic War Against Cuba. A Historical
and Legal Perspective on the U.S. Blockade, New York, Monthly Review
Press, 2013, con un prólogo de Wayne S. Smith y un prefacio de Paul
Estrade.
Contacto: lamranisalim@yahoo.fr ; Salim.Lamrani@univ-reunion.fr
Página Facebook: https://www.facebook.com/SalimLamraniOfficiel
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