17 febrero 2014

Estados Unidos se repite en Venezuela...

Publicado en El Heraldo Cubano.

marie-harf_1La portavoz del Departamento de Estado, Marie Harf, declaró el 13.02.2014 “es absolutamente falso que Estados Unidos está interesado en influenciar la situación política en Venezuela”.
 
¿Padecerá del mal de Alzaimer o le faltarán conocimientos de la historia tenebrosa de su propio país? 


Eso mismo declaró ante la Asamblea General de Naciones Unidas en abril de 1961, el embajador norteamericano Adlai Stevenson, ante las acusaciones del Gobierno de Cuba por los bombardeos de aviones  norteamericanos a los aeropuertos de Santiago de Cuba, La Habana y la base aérea en San Julián, previo a la invasión mercenaria por Bahía de Cochinos.

Poco tiempo después el Sr. Stevenson  pasaba la vergüenza ante el mundo de ser considerado un mentiroso y títere de la política sucia de su país.

Negar sin el menor sonrojo que Estados Unidos no está interesado e inmiscuido hasta la médula, en derrocar al gobierno actual de Venezuela es algo sin calificativos exactos para describirlo.

Si Estados Unidos no tuviera interés en cambiar a su favor la situación revolucionaria que existe en Venezuela, cómo justifican entonces la conformación de cinco grupos interagencias para monitorear a Cuba y Venezuela, según fue publicado el 12.09.2006 en los diarios The Miami Herald, Bradenton Herald, The State y otras 15 publicaciones locales estadounidenses.

Estos cinco grupos son dirigidos por el Departamento de Estado, el Departamento de Comercio, el Consejo de Seguridad Nacional y el Departamento de Seguridad Interna.

¿Cómo puede entonces justificar la vocera del Departamento de Estado lo contrario?

La sra. Marie Harf, a pesar de ocultarse bajo una piel de oveja, se le ven las patas de lobo, por lo que debe preparase mejor para no seguir haciendo el ridículo y estudiar los antecedentes disponibles.

Es importante que conozca que el director de Inteligencia Nacional, designó al veterano oficial de la CIA Patrick Maher, como director de la misión para Cuba y Venezuela, lo que reafirma la importancia que le brinda Estados Unidos a estos dos gobiernos.

Es público el dinero que ha entregado a la oposición venezolana el Gobierno norteamericano, a través de sus agencias como USAID y NED.

USAID-SUBVERLa USAID entregó antes de las pasadas elecciones presidenciales, 20 millones de dólares entre los jóvenes estudiantes de universidades venezolanas, para acciones de desestabilización y promover el voto contra el presidente Nicolás Maduro.

Los antecedentes hablan por sí solos. En el 2009 investigadores de universidades norteamericanas detectaron la participación de empresas y fundaciones como la NED, vinculadas a algunos bancos en las actividades de desestabilización en Venezuela, mediante transacciones de dinero, vía de Panamá y Colombia.

Comprobaron que testaferros al servicio de los yanquis en Colombia, entregaron dinero a venezolanos en el estado de Táchira y Zulia, y el 28 de mayo del 2009 dirigentes estudiantiles opositores al gobierno chavista, recibieron por esa vía 40 mil dólares para preparar acciones violentas en las calles.

Los programas de Acción Encubierta de la CIA contra Venezuela son una copia de los desarrollados contra la Revolución cubana y buscan “provocar la sustitución del régimen por uno que sea más aceptable para Estados Unidos”. Para eso crearon y financiaron la llamada “oposición”, la cual es apoyada por una poderosa ofensiva propagandística que de realce a sus actividades.

El estudio del Plan Magosta refleja similares medidas contra Venezuela, como es la Guerra Económica para evitar la satisfacción de las necesidades del pueblo por parte del gobierno y mediante campañas de propaganda sucia, inculpar al régimen de ser incapaz de hacerlo.

Al releer ese importante documento del Gobierno norteamericano contra Cuba, de enero de 1962, se comprueba la participación de diferentes Departamentos y Agencias de inteligencia, entre ellos el Departamento de Estado, de Defensa, la CIA y la Agencia de Información de Estados Unidos, responsables de organizar y financiar las medidas aprobadas, incluidas las manifestaciones públicas.

Ante la violencia brutal de la llamada oposición, financiada y dirigida por los norteamericanos, y previendo la respuesta gubernamental venezolana, los que sirven fielmente al Gobierno de Estados Unidos, salieron de inmediato a tratar de contener la justicia revolucionaria.

Entre los que se destacan en este servilismo está la OEA, y aunque  condenó los hechos de violencia, exhortó a las partes en conflicto en Venezuela a evitar nuevas confrontaciones, al considerar que “no se debe responder a la protesta ni a los hechos delictivos cometidos por “sujetos aislados”, ejerciendo más violencia contra personas, grupos de personas, medios o instituciones”.

Otra que recibió órdenes de proyectarse es la organización Human Right Watch, la que declaró que “se lleve a cabo sin demora una investigación imparcial sobre las muertes de al menos tres personas y los más de 60 heridos en las marchas”,  evidenciando que la justicia venezolana pudiera no ser adecuada a los hechos.

Múltiples prueba debe tener el Gobierno de Maduro, pues las actividades opositoras son amplias y gozan del respaldo oficial de Estados Unidos.

La historia de las acciones yanquis se repiten, son las mismas contra todos los gobiernos que no son de su agrado.

Quien lo dude, que lea un poco y encontrará la verdad.

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