Recientemente la agencia española de
noticias, EFE, dio a conocer la noticia de que algunos ex ministros
españoles le impartían clases en Madrid a un grupito de los asalariados
cubanos del Gobierno de Estados Unidos, sobre sus experiencias en el
proceso de Transición.La información es seria, aunque tenga visos de un buen sainete gallego.
Se asegura que los funcionarios españoles
les explicaron las particularidades del cambio de gobierno en la España
en los años 70, para que puedan tomar experiencias en su aspiración por
derrocar a la Revolución.
Aunque
no se dice de quien fue la idea ni de donde salió el financiamiento
para pagar los costosos boletos de avión, hospedaje, alimentación y
transportación interna en Madrid, el que puso la cara fue el ilustre
escritor peruano Mario Vargas Llosa, y contó con el apoyo del cubano
naturalizado norteamericano, Carlos Alberto Montaner, agente CIA desde
1960 cuando salió de La Habana después de refugiarse en una embajada, al
escaparse de una estación de policía cuando fue sorprendido colocando
un artefacto explosivo.
Vargas Llosa mutó de hombre de izquierda y
fanático a Fidel Castro, a un furibundo amante de la sociedad
norteamericana y enemigo gratuitito de la Revolución cubana.
Con esos antecedentes el hedor a los norteamericanos se siente a mil kilómetros de distancia.
Durante tres días los españoles les
impartieron conferencias, y entre los profesores hubo expertos en
economía, ordenamiento constitucional, formación de partidos y política
exterior, pero se asegura que el tema más complejo resultó el de la
“reconciliación y amnistía”, ya que la idea del perdón no se concibe
entre los contrarrevolucionarios, conociéndose que en Miami los
integrantes de la mafia terrorista han solicitado tres días para matar a
todos los que han tenido participación en la obra de la Revolución.
Si alguien se imagina que estos elementos
creados, entrenados y financiado por Estados Unidos son lo que van a
dirigir el país, una vez más han perdido el dinero.
Lo que no se menciona en la información
es si los prestigiosos funcionarios españoles le explicaron a los
contrarrevolucionarios cubanos cómo funciona la llamada “Ley Mordaza” y
la “Ley de Desahucios”, para que se vayan empapando de la forma tan
democrática en que deben dirigir al pueblo.
Tampoco se refleja si los profesores les
explicaron que según la UNICEF, España es actualmente el segundo país de
la Unión Europea, UE, más incapaz de recortar la pobreza infantil y si
les informaron sobre el número de hogares españoles que tienen niños y
donde todos los adultos están sin empleo, se ha triplicado desde 2007 y
ya se acerca al millón.
No se conoce qué les enseñaron los ex
ministros y especialistas españoles respecto al alto porcentaje de niños
españoles que sufren privación material severa, situación que también
creció de un 5,5% en 2008 hasta el 8,3% en el 2014 ni qué les dijeron
sobre el 23,1 % de la tasa de fracaso escolar y del 23,5% del abandono
escolar, la cifra más alta de la UE.
¿Habrán sido honestos los ex ministros
para reconocer que los ingresos de todos los españoles han disminuido en
un 4% en el 2014 y que la diferencia entre los más ricos y los más
pobres en España se sitúa ya en un 30%, en la cima de la desigualdad en
Europa, por delante incluso de países duramente golpeados por la crisis
como Grecia?
Cabe imaginarse la cara de asombro de los
asalariados cubanos, al escuchar datos sobre situaciones que nunca han
visto en Cuba, a pesar de estar sometida a la Guerra Económica más larga
de la historia moderna.
¿Cómo habrán justificado los profesores y
conferencistas que España lidera el desempleo juvenil en toda la UE,
donde más de 990 mil jóvenes menores de 25 años están sin trabajo y que
la cifra de desempleados se situó en más de 6 millones 202 mil 700, al
finalizar el 2013, a lo que se suman el número de hogares en el que
todos sus miembros están sin trabajo, alcanzando ya el 1 millón 906 mil
100 personas.
El desempleo es la cara más dramática de
la crisis económica que vive España desde 2008, con la economía en
recesión y fuertes medidas de ajuste adoptadas por el Gobierno para
reducir el déficit público.
El sector de servicios registró el mayor
número de desempleados, con un millón 823 mil 900, seguido de la
construcción, la industria y la agricultura.
El sector público perdió más empleos que
el privado. En el 2013 se perdieron 258 mil 300 puestos laborales, un
8,32 por ciento, frente al 3,77 por ciento de la empresa privada.
Si todas esas verdades le fueron
explicadas a los contrarrevolucionarios cubanos, ya sabrán a qué a
tenerse si algún día se hiciera realidad su sueño trasnochado de
destruir la Revolución.
No por gusto España tiene una de las
tazas más altas de “Indignados”, los que son salvajemente reprimidos por
los órganos policiacos.
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