Publicado en El Heraldo Cubano.
Es inexplicable como agencias
internacionales de prensa gastan tiempo y dinero, en hacerse cómplices
de falsedades creadas por elementos carentes de todo prestigio, como es
el caso de José Daniel Ferrer, cabecilla de la muy divulgada Unión
Patriótica de Cuba (UNPACU). Corresponsales
en Cuba con amplios conocimientos de la situación interna y de las
características personales de los integrantes de la “disidencia”,
trasladan informaciones a pesar de estar convencidos que pueden hacer el
ridículo, al desmontarse las campañas mediáticas orientadas desde
Estados Unidos.
El más reciente cuento de la UNPACU es
que el domingo 24 de agosto, más de 130 “activistas” del grupo fueron
“detenidos” durante varias horas y “reprimidos” en la provincia oriental
de Santiago de Cuba.
Para darse cuenta de cómo se fabrican las
noticias para tratar de dañar la imagen de Cuba, analicemos el reporte
de las agencias EFE y AFP, amplificado por el Nuevo Herald de Miami.
El asalariado de los yanquis José Daniel
Ferrer, informó vía telefónica que “unas 130 personas de su grupo fueron
detenidas”; pero veamos lo que él mismo asegura.
Ese total de personas estuvieron en el
interior de autobuses por espacio de 20 o 30 minutos, o sea ninguno fue
realmente encarcelado ni trasladado a una estación de Policía, por tanto
se pueden ir sacando conclusiones de la manipulación; no dice la
capacidad de cada ómnibus, pero al menos tuvieron que ser tres medios
como mínimo para albergar a tantas personas.
Para darle dramatismo al hecho, en su
cuento José Daniel afirma que en el interior de los autobuses
“recibieron golpes que les ocasionaron contusiones y les fueron rasgadas
las ropas”.
¿Se imaginan la cantidad de policías que
entraron al autobús para poder tener mayoría numérica y que además les
permitiera darle golpes en un espacio tan estrecho, sin que los
“disidentes” respondieran a ese supuesto maltrato?
De ser cierto, tenía que haberse
terminado con heridos de ambas partes, pues es sumamente fácil repeler
la agresión policial en ese escenario, a no ser que la cobardía de los
miembros de la UNPACU fuera algo inigualable que les impidiera
defenderse.
Lo mejor viene a continuación: los
policías “agresores” fueron repartiendo a los agredidos en el autobús
por todo Santiago de Cuba.
¿Se habrá visto algo similar en las
represiones que hace frecuentemente la policía griega, española o la
norteamericana? Todo tiene un olor a comedia inventada al mejor estilo
de Hollywood.
De los 130 “encerrados en autobuses”
Ferrer afirmó que sólo veinte fueron conducidos a dependencias
policiales, pero de esa cifra realmente solo tres estuvieron detenidos
por menos de 24 horas, y liberados en la mañana del lunes 25.
Si este cuento fue real, ¿por qué
divulgar con tantos alaridos de que 130 asalariados fueron detenidos
cuando en verdad solo fueron tres? La razón muy simple: La guerra
mediática contra Cuba financiada por el gobierno norteamericano.
El
mundo entero acaba de presenciar con pavor el asesinato de un joven
norteamericano de raza negra y cual fue la respuesta policial ante las
pacíficas protestas del pueblo reclamándoles justicia a las autoridades.
Ante eso, ¿qué calificativos emplearon
las agencias de prensa para reflejar esas brutales golpizas ejecutadas
por la policía yanqui? Totalmente diferentes a los que usan contra Cuba.
Para esa prensa la represión salvaje de
la policía norteamericana, española, inglesa, griega o italiana, es algo
que no se resalta ni subraya.
Sin embargo, lo que pasa en Cuba frente a
las provocaciones diseñadas desde Miami y en la misión diplomática
yanqui en La Habana, lleva un tratamiento especial con gasto de papel y
tinta, aunque un simple análisis demuestre su falsedad.
Al final, la verdad sale a flote y es su
cabecilla José Daniel Ferrer quien pierde credibilidad, convirtiéndose
en un simple Cuenta Cuentos.
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