01 junio 2015

Silencio entre los asalariados...

Publicado en El Heraldo Cubano.
Autor: Arthur González


Sesión de trabajo de la Comisión 2 con el tema igualdad de derechos y oportunidades de la mujer cubana del Congreso de la FMC.El tema racial contra Cuba es recurrente cuando se desea fomentar campañas mediáticas, con la malsana intención de crear matrices de opinión contrarias a la Revolución.


No hay proceso social en el siglo XX que haya hecho más por eliminar la discriminación racial y darle a las personas de raza negra, china y mestiza, el lugar humano que merecen.Es sabido que no hay obra humana perfecta pero de lo que fue la cruel y despiadada discriminación de los chinos, negros y mulatos en Cuba antes de 1959 a lo que se ve hoy, es de la noche al día aunque desde Estados Unidos se pretenda fabricar lo contrario.

Hoy en la isla no se le impide a nadie ingresar en una escuela, círculo infantil hospital, centros de recreación y esparcimiento, o un puesto laboral en un banco, restaurante, centro comercial, universidades, la radio, el teatro, televisión y hoteles, por el color de la piel que tenga una persona.

Negros y blancos pueden sentarse en el mismo banco de cualquier parque, sin que los nacidos con la piel oscura sean obligados a pasearse por el contorno exterior como fue hasta 1959.

Al observar en estos días los asesinatos de niños y jóvenes negros a manos de policías blancos estadounidenses, nos percatamos lo que es una verdadera represión policía y la discriminación por el color de la piel.

Sin embargo, a pesar de que la policía de Estados Unidos está llevando a cabo una cruzada contra los ciudadanos negros en Baltimore, New York y otras ciudades del país que se auto titula “campeón” de los derechos humanos del mundo, los contrarrevolucionarios cubanos, creados, entrenados y financiados por los servicios de inteligencia norteamericanos han enmudecido.

Para esos asalariados que viajan a Norteamérica para recibir orientaciones de cómo actuar para la creación de cruzadas propagandísticas contra su patria, la muerte del joven negro Freddie Gray, a manos de policías blancos que lo golpearon salvajemente hasta matarlo, no hay una sola palabra de denuncia porque los que les pagan no lo admiten.

Para el resto de los contrarrevolucionarios internos el toque de queda impuesto por las autoridades estadounidenses en el estado de Maryland y la verdadera represión de la policía contra el pueblo, no ha sido motivo de denuncias ni declaraciones a la prensa extranjera ni solicitud de misas en las iglesias por el asesinato del joven negro de solo 25 años, mientras estaba detenido arbitrariamente por la policía yanqui.

¿Dónde están los reclamos del supuesto “Comité Ciudadano por la Integración Racial”, ese engendro alimentado desde la Sección de Intereses de los Estados Unidos en La Habana, que se auto proclama defensor de los derechos humanos, especialmente de los negros y mulatos?

¿Qué han dicho sobre esa violencia racial los contrarrevolucionarios negros Juan Antonio Madrazo Luna, Eleanor Calvo Martínez, del supuesto “Observatorio Ciudadano contra la Discriminación”, la presidenta de las Damas de Blanco, la inculta y grosera Berta Soler, el Premio Sajarov Guillermo Fariñas, Ángel Moya, Manuel Cuesta Morua, y los demás contrarrevolucionarios de raza negra que tantas acusaciones falsas realizan contra su patria”?

¿Enmudecieron los asalariados Antonio Enrique González-Rodiles, Yoani Sánchez Cordero, José Daniel Ferrer, Elizardo Sánchez Santa Cruz Pacheco , y Martha Beatriz Roque Cabello, ante esa salvaje represión y detenciones arbitrarias?

¿Cuáles son las razones por la que esos contrarrevolucionarios no se pronuncian contra tales violaciones de los derechos humanos y civiles?

¿Por qué no se atreven a participar junto a los ciudadanos estadounidenses negros en sus protestas contra el salvajismo brutal de la policía?

Ante esos hechos el silencio cómplice de los asalariados cubanos de los yanquis, corrobora lo que todo el mundo sabe: sus falsas acusaciones a la Revolución son fabricadas en Estados Unidos.

Si son tan humanos y sienten tanto amor por el prójimo, deberían aprovechar las facilidades de visado que todos tienen para visitar Estados Unidos, para unirse a sus hermanos negros en sus luchas por alcanzar lo que la Revolución les dio a todos los cubanos, tengan cualquier color de la piel sin discriminarles denominándoles “afrocubanos”, pues en Cuba todos son plenamente CUBANOS.

José Martí fue aplastante sobre ese tema para los que intentaron la división de los cubanos, cuando aseguró:

“Desde la primera constitución de la independencia el 10 de abril de 1869 en Guáimaro, no se habló nunca de blancos ni de negros”.

“En Cuba no habrá nunca guerras de razas”.

“Cubano es más que blanco, más que mulato, más que negro”.

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