El #PapaFrancisco está en tierra alfabetizada. Donde vivimos para servir. #Cuba

Publicado en la Santa Manmbisa

Autor María Carla.

“La educación es un derecho humano”, planteó el Sumo Pontífice en la conversación virtual que sostuvo con jóvenes cubanos y estadounidenses antes de iniciar su viaje a Cuba y EE.UU.

Al llegar a mi Patria, Francisco ha sido recibido por un pueblo alfabetizado, que coopera con los pueblos en hermandad, para demostrar que con solidaridad la luz llegará con “Yo si puedo”, un método cubano para enseñar a leer y escribir, efectivo en varios idiomas.

Esto ha sido posible porque comprendemos que el horizonte no es para unos pocos privilegiados, sino que el conocimiento se debe llevar a todos. Tales han sido las enseñanzas de nuestros próceres y nuestros líderes revolucionarios. Quienes han dedicado y dedican sus vidas al servicio del pueblo cubano, los pueblos del mundo y la Humanidad. Félix Varela, José Martí y nuestro Fidel dan fe de ello.

“No hay nada más parecido a un Revolucionario que un Religioso.” Fidel Castro

Es por eso que servir a los demás, sobre todo a aquellos más necesitados donde quiera estos se encuentren, es parte de nuestras acciones cotidianas.

El pueblo cubano trabaja a diario, en medio de la vil guerra, victimario del bloqueo, sin perder la esperanza en que un día podamos porfin desplegar en paz todo el potencial que expresara San Juan Pablo II con su ardiente llamamiento “que Cuba se abra con todas sus magníficas posibilidades al mundo y que el mundo se abra a Cuba”.

Al decir del Papa Francisco durante la misa oficiada en la Plaza de la Revolución somos un pueblo que “marcha con esperanza, porque su vocación es de grandeza” y no olvidamos “quién es el más importante”.

Los nobles llamados del “Misionero de la misericordia” a gestionar conflictos con diálogo y paz, deben ser escuchados por quienes se escudan en la buena Fe, para inmiscuirse en asuntos nacionales.

“Como es que miras la brizna que hay en el ojo de tu hermano, y no reparas en la viga que hay en tu ojo” (Mateo 7:3)

Mejor trabajar por el bien común y la cultura del encuentro, por todos aquellos que aún no saben leer ni escribir en todo el Mundo. ¡Cuánto hemos hecho! ¡Cuánto podríamos hacer por el propio pueblo estadounidense!