Colaboradores del Blog La Guerrilla IC.
En el verano de 1843 en Triunvirato el lenguaje del tambor acompañaron las noches.
Los Locumies Evaristo y Fermina del
ingenio Ácana intercambiaban mensajes
por los tambores que interpretaban con elocuencia.
El 5 de noviembre
de 1843 se rebelaron los esclavos de Triunvirato. La casa señorial del ingenio apagó
sus luces como cualquier otro día, la familia esclavista se sumía en el sueño
de los productores de azúcar en la colonia de Cuba. Nada pareció raro, los
sonidos de los esclavos en la casa eran para ellos naturalesen el cuidado de
sus sueños.
La negrada tocaba
sus tambores, concesión que se les hacia para que trabajaran mejor. Pero eso no
fue lo que pensaron los domésticos de la casa cuando escucharon los toques, el
tambor le hablaba, les decía, los llamaba, los incitaba al monte, a la luz, a
la libertad. A las ocho de la noche del domingo 5 de noviembre, Eduardo,
intérprete de la voz del atabal avisaba a todos, y Carlota , más el gangá
Manuel, ya tenían, como el "vocero", bien templados sus machetes de
trabajo.
Por eso cuando los
“amos” se durmieron ninguno se quedó en la casa grande fueron a buscar a Carlota, la negra líder natural,
que los sacaría de la ignominiosa situación, de los grillos, las cadenas
y los cepos quedarían en el pasado, solo había que llegar al Palenque. Pero los
tambores de Eduardo no se quedaron en las ceibas del triunvirato, se
fueron a los barracones
de los ingenios más cercanos, tocaron las puertas las palabras del tambor y llamaron a la
libertad a los esclavizados.Se involucraron en la rebelión Narciso, Felipe,
Eduardo, fula; Carmita y Juliana, criollas; Filomena, gangá, del ingenio Ácana,
y Lucía, lucumí, del ingenio Concepción. Todos en Matanzas.
Los esclavos
armados de machetes y herramientas de trabajo resistieron por varios días, el
fuego se extendió por varios ingenios de la región,Carlota, Leonardo y Fermina
fueron perseguidos fuertemente por las rancheadores y las tropas coloniales que
alentados por la opinión internacional reprimieron brutalmente esta rebelión.
Las costumbres
de los africanos le parecían salvajes
a la sociedad blanca para sus
“elevados valores” habría que ver si en sus conciencias la muerte que le
prepararon a Carlota fue la desesperación
de los que saben vencidos, aunque no hubiera llegado el momento o la deshumanización del dinero, debió ser el dominio despiadado del miedo.
Nadie le preguntó a esta mujer qué sintió cuando la trajeron descalza,
con su vestido de esquifación raído,encadenada, ensangrentada después de varios
días de lucha contra sus victimarios. Nunca nadie preguntó a los esclavos cual era su punto de
vista.Solo sabemos que la valiente mujer fue
sometida al sacrificio de otros tantos rebeldes
por los españoles en América,el descuartizamiento en vida, amarraron su cuerpo
a caballos que tiraron en diferentes direcciones hasta que fue destrozado, como trofeo de los vencedores.
Algunos esclavos
lograron llegar hasta la ciénaga de Zapata
sumándose al Palenque delCabildo. Continuar la lucha por la Libertad era su
objetivo, en las noches junto a la
fogata, invocaban a sus Orichas donde los guiaba el espíritu de Carlota,
aquella mujer africana de donde también se amamantó nuestra nacionalidad.
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