Por Lamacagua 1ro. Octubre del 2012
Cuba no es Libia o Siria, pierden el
tiempo los que sueñan en desestabilizarnos y propiciar una intervención militar
norteamericana.
El próximo 5 de octubre, se realizará
en Bayamo, Granma, Cuba, el juicio al español Ángel
Carromero Barrios, acusado por homicidio, al ser el conductor del auto del accidente
de tránsito ocurrido el 22 de julio de 2012.
Carromero, entró a Cuba como un
turista español y sin embargo se dedicó a realizar labores políticas en contra
de la Revolución cubana violando lo establecido por nuestra ley. El
Vicesecretario General de Nuevas Generaciones, sector juvenil del Partido
Popular de España, “¿realizaba actividades turísticas en Cuba?”, como dice una
canción “quien se lo va a creer”.
Desgraciadamente perdió la vida un ser
humano, pero los que confiaron en él para conductor debieron conocer su
historia como chofer en España, la que está marcada por violaciones e
impericias.
Jens Aron Modig, su acompañante, líder
del Partido Demócrata Cristiano Sueco y presidente de su Liga Juvenil, también
entró como turista y reconoció su participación junto a Carromero en
actividades ilícitas, debidamente tipificadas en nuestras leyes, le guste o no
a los que intentan cambiar nuestro sistema desde fuera.
Qué derecho tienen estas personas que vienen
a nuestro país a subvertir el orden con el falso pretexto de disfrutar las
condiciones turísticas, enturbiando las facilidades de Cuba para que se conozca
nuestra realidad.
Somos afectuosos y amigos de las
personas que nos visitan con buenas intenciones, vengan de donde vengan. Pero
seremos exigentes de nuestros derechos y con el cumplimiento de nuestras leyes.
Este español cometió un delito común
por su imprudencia e impericia, por lo que debe responder ante los tribunales
como cualquier otra persona que provoque un accidente lamentable como este.
Qujote
ResponderEliminaravanzadaIC
Lo del Partido Popiar espaól ya no tiene nombre. Recordemos que Carromero pertenece a a esa facción política muy identificada con el fascismo español. Por ende, cualquier cosa que huela a Revolución tiene que resultar incómodo, despreciable. En la conferencia de prensa que se dio al respecto del accidente, a Carromero se le preguntó si su partido daba ayuda "solidaria a otros países" y con el cinismo acostumbrado dijo que no, lo que nos lleva a la verdad de Perogrullo de que Cuba es un asunto especial y prioritario para la porción más extremista y recalcitrante de lapolítica española. Al final quedaron muy pagados. Todavía cuesta explicar qué hacía un joven político de otro país subvencionando a grupúsculos internos, los que cada vez más se demuestra que son pagados por entidades extranjeras, lo que confirma su carácter mercenario.