Autor: Néstor García Iturbe
Hace pocos días Walter Lippmann en su boletín informativo CubaNews,
puso una nota en un artículo donde explicaba que un amigo suyo
residente en Miami le contó que a la suegra, en la Sección de Intereses
de Estados Unidos en la Habana, le habían negado la visa para viajar a
Miami, una visita netamente familiar y justificada; señalaba además que
también le habían negado la visa a docenas de personas que intentaban
viajar con el mismo fin, no con el de emigrar a Estados Unidos.
Otro comentario sobre el asunto lo realizó Karen Lee Wald, en su blog Cuba Inside Out,
donde señalaba las acciones que toma Estados Unidos. Por una parte
niega las visas a estas personas que desean visitar a sus familiares que
viven en Estados Unidos, mientras se gastan millones de dólares en Radio y Televisión Martí
para tratar infructuosamente de llevar la imagen de Estados Unidos a
los cubanos, lo que sería más económico si les otorgaran las visas.
Como todo esto tiene cierto interés y
luce contradictorio, decidí hacer una investigación sobre el problema
para tratar de descifrar lo que está sucediendo.
Es una cosa real que las visas en la
mayoría de los casos no se están otorgando. Muchas de las personas con
las que hablé, cuando salían de la Sección de Intereses venían
seriamente consternados, pues no sabían cuándo podrían ver a sus
familiares, algunos de ellos habían sido rechazados en tres
oportunidades. Los oficiales estadounidenses les habían explicado
problemas burocráticos con los documentos, la edad que tenían que hacía
pensar se quedarían en Estados Unidos y otra serie de pretextos para no
otorgarle la visa que estaban solicitando.
Algunos de los rechazados, que aún no han
llegado a la tercera edad, mencionaban que no vendrían más a solicitar
visa, que junto con algunos amigos prepararían un viaje ilegal por mar
para tratar de llegar a territorio estadounidense, como han hecho unos
cuantos, sobre todo con la seguridad de que las autoridades cubanas no
están interviniendo en estos intentos y cuando más dan consejos para no
poner en riesgo la vida de los que se aventuran. Aspiran a convertirse
en “pies secos” y evitar el trámite de la visa.
Un pequeño grupo maneja otras opciones.
Tienen su pasaporte y pueden salir del país cuando lo deseen, por lo que
harán gestiones de visa en algún país de Centro América o en México,
avisarán a sus familiares en Estados Unidos para que los vayan a recoger
en un auto con chapa de dicho país, estos les llevarán ropa y si es
posible algún documento acreditando que ya viven en Estados Unidos y
según plantean, pasaran la frontera tranquilamente, como ya otros lo han
hecho y llegarán a Miami, también como “pies secos”.
Es posible que uno de los propósitos del
gobierno estadounidense con la negativa de visas sea el provocar que los
viajes ilegales aumenten. No es lo mismo decir que Cuba dejó salir un
número de personas que no tuvieron problema para viajar a Estados Unidos
en las líneas aéreas que cubren la ruta, que decir han llegado varios
grupos de inmigrantes ilegales en botes, lanchas y otros vehículos, que
“vienen huyendo del comunismo”. La propaganda contra Cuba se beneficia
de esto, nadie va a decir que no le dieron la visa en la Sección de
Intereses de Estados Unidos en la Habana.
Pero la investigación llegó a otro
aspecto, el económico. Cada persona que es entrevistado por estar
solicitando visa para viajar a Estados Unidos tiene que pagar 160 cuc
por la entrevista (al cambio establecido son unos 195 dólares), de
acuerdo con lo que me plantean los entrevistados son citadas 600
personas diarias, por lo que por ese concepto el gobierno de Estados
Unidos recauda 96,000 cuc diarios, 480,000 semanales (mas de 585,000
dólares al cambio establecido). No voy a continuar sacando cuentas,
estoy seguro que ustedes pueden hacerlo, pero es muy sencillo, cada diez
semanas recaudan 4 millones 800,00 cuc (5 millones 850,000 dólares.)
Cuando una persona es rechazada y no se
le otorga la visa, pierde su dinero. Cuando regresa a solicitar la visa
nuevamente tiene que pagar otra vez. Si otorgan muchas visas las
personas no regresan a solicitarla nuevamente, resuelven su problema con
160 cuc. Si se la niegan entonces pudiera costarle 320 o quizás 480,
que por lo regular al que le cuesta es al familiar que reside en Estados
Unidos. Si otorgan muchas visas, pierden los ” clientes”.
Algunos, para recibir la visa le han dado
dinero al funcionario (corrupción administrativa), hay funcionarios que
se enfadan, otros se dejan querer, la gente que hace la cola ya sabe
quién es uno y otro, si te cayó el que se deja querer puedes salvarte,
pero nunca dándole el dinero dentro de la Sección de Intereses, eso se
resuelve en una gasolinera, un supermercado, o una pizzería; pudiera ser
la de la calle J entre 9 y 11 donde los funcionarios acuden con
frecuencia y no llama la atención que junto a él estén allí otras
personas.
Realmente yo consideraba que el
otorgamiento de visas, especialmente a familiares que van a realizar un
acto de “reunificación familiar”, madres y padres que van a ver a sus
hijos y nietos, personas que van a pasar unos días con sus hermanos y
sobrinos era algo al que el gobierno de EstadosUnido le daba un
tratamiento “humanitario”, pero esta investigación ha revelado que el
tratamiento es netamente “comercial”, no hay consideración alguna con la
pobre viejita que quiere viajar, ni con su hijo que además de pagar los
impuestos al gobierno estadounidense, tiene que pagar un trámite a un
precio estratosférico, que por lo regular debe hacer dos o tres
veces hasta que le den la visa.
Quizás una auditoría de la General
Accounting Office del gobierno de Estados Unidos encontraría muchos
problemas más de los que yo he podido conocer entrevistando a los
“rechazados”.
Esa es la verdadera entraña del monstruo, importante caballero es don dinero.
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