Publicado en El Heraldo Cubano.
En un evidente pataleo ante una muerte
inesperada, la contrarrevolución en Cuba financiada por la Casa Blanca,
ve avanzar a la guadaña envuelta en la bandera de Estados Unidos, esa
misma que el 17 de marzo de 1960 los parió por obra y gracia del 1er
Programa de Acción Encubierta, que el entonces Presidente D. Eisenhower
le aprobó a la CIA, con la intensión de derrocar a la triunfante
revolución cubana.Después de más de medio
siglo malgastando miles de millones de dólares, el actual Gobierno
norteamericano dio un brusco giro en su política, al reconocer que la
seguida contra Cuba es un fracaso y por tanto tienen que cambiarla, algo
que descoloca a los que hasta la fecha fueron figuras principales del
teatro bufo que interpretaron durante varias décadas.
Estados Unidos tenía que cambiar el rumbo
de su política arcaica, que solo los ha conducido a que 188 países del
mundo la rechacen, donde América Latina apoya plenamente a Cuba.
En Miami como en Cuba, los que viven del
cuento de ser “disidentes”, tiemblan ante el restablecimiento de
relaciones por las recientes declaraciones de la subsecretaria de
Estado, Roberta Jacobson, de que las mismas se regirán por la Convención
de Viena de 1961, la cual establece en su artículo 41:
-Sin perjuicio de sus privilegios e
inmunidades, todas las personas que gocen de esos privilegios e
inmunidades deberán respetar las leyes y reglamentos del estado
receptor. También están obligados a no inmiscuirse en los asuntos
internos de ese Estado.
- Los locales de la misión
diplomática no deberán ser utilizados de manera incompatible con las
funciones de la misión, tal como están enunciadas en la presente
Convención, en otras normas del derecho internacional general o en los
acuerdos particulares que estén en vigor entre el Estado acreditante y
el Estado receptor.
La contrarrevolución ve en peligro el
apoyo incondicional que reciben actualmente en la Sección de Intereses
de Estados Unidos en La Habana; el entrenamiento que reciben; la entrega
de medios para sus provocaciones y el acceso gratuito a Internet para
enviar informaciones falsas y tergiversadas sobre la realidad cubana.
El mayor temor está en perder el dinero que les permite vivir sin necesidad de trabajar.
Ahora aquellos que se sintieron mimados
por los norteamericanos por casi un siglo y se creyeron actores
indispensables en la política de Estados Unidos; acusan al Presidente
Obama de abandonarlos.
Uno de los que lloran inconsolablemente
es Guillermo Fariñas, saludado por Obama en diciembre del 2013, a pesar
de sus antecedentes penales por agredir a la directora del Hospital
Pediátrico donde laboraba, mucho antes de convertirse en “disidente”.
La vida demostró que no son ni serán
figuras claves en la situación actual y futura de Cuba, tal como informó
en 2009 Jonathan Farrar, cuando era jefe de la Sección de Intereses en
La Habana.
En su cable confidencial decía:
“Sin un verdadero milagro entre los
líderes de la oposición […] no es probable que el movimiento disidente
tradicional pueda reemplazar al gobierno cubano”. “…Es preciso que
busquemos en otra parte, incluso dentro del propio Gobierno, para
identificar a los más probables sucesores del régimen de Castro”
“Las encuestas informales que hemos
hecho entre solicitantes de visas y refugiados muestran que las
personalidades disidentes o sus agendas son prácticamente desconocidas”.
La contrarrevolución interna y sus
patrocinadores en Miami se oponen a la nueva línea política de la Casa
Blanca, la que pretende erosionar al sistema socialista desde adentro,
en la búsqueda de nuevos actores para lograr la deseada “Transición
Pacífica hacia el capitalismo”.
En su agonía, inventan supuestas
represiones del Gobierno contra la “oposición”, pero La Habana está
abarrotada de periodistas que pueden comprobar fácilmente tal mentira.
El informe confeccionado por Mr. Farrar
en abril del 2009, cobra vigencia ante la reacción asumida por los
contrarrevolucionarios, cuando aseveró:
“Las pugnas actuales entre el
liderazgo de la Agenda para la Transición ofrecen un buen ejemplo”.
“…debemos continuar abriendo Cuba a la era de la información, a través
de medidas como las anunciadas el 13 de abril 2009, para ayudar y
estimular a las generaciones más jóvenes de cubanos…”
La
Sra. Jacobson sostuvo un desayuno con la contrarrevolución horas antes
de iniciar su conversación con las autoridades cubanas, al que fueron
invitados entre otros, Yoani Sánchez, Eliecer Ávila, Martha Beatriz
Roque, Berta Soler, Antonio González-Rodiles, José Daniel Ferrer y
Dagoberto Valdés.
Es posible que no pudiera tomarse ni un
sorbo de leche ante tanta hipocresía, como la farsante Martha Beatriz y
la grosera Berta Soler.
Ese contacto sirvió para demostrarle que
si Estados Unidos pretende entablar un diálogo serio con Cuba, tendrá
que hacerlo con personas de nivel profesional y ético como el demostrado
por la Directora general para Estados Unidos de la cancillería cubana.
Porque como manifestó José Martí:
“La vida práctica necesita de hombres prácticos”.
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