Lo que falta por hacer...

Tomado de El Herlado Cubano.

Recientemente Antonio Enrique González-Rodiles Fernández, escribió una carta al presidente cubano Raúl Castro Ruz, divulgada por varios sitios contrarrevolucionarios creados desde Miami. La misiva está plagada de adjetivos irrespetuosos, en busca de protagonismo y por supuesto de más dinero para mantenerse sin trabajar dentro de Cuba.

Según Rodiles, el actual presidente de Cuba y su hermano Fidel Castro Ruz “pasarán a la historia como los peores hijos de esta tierra, porque han encarcelado, han fusilado, han expulsado, han castigado, acosado y humillado a grandes cubanos”.

Si esto fuese cierto, ¿cuáles son las razones para que Antonio Enrique González-Rodiles Fernández, continúe residiendo en una esplendida mansión ubicada en la otrora exclusiva zona de Miramar, con 6 habitaciones, dos piscinas, amplios salones, bar, comedor, cocina con desayunador y lavandería, entregada a su padre Manuel González-Rodiles Planas, hermano del General de División Samuel Rodiles Planas, Héroe de la República, miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, por el gobierno de los Castros?

Para ser consecuente debería renunciar de inmediato a ese regalo y comprarse un simple apartamento con el dinero de su bolsillo, o mejor dicho con el que recibe mensualmente del gobierno estadounidense para ejecutar sus acciones contrarrevolucionarias.

Antonio Enrique olvidó que fue el proceso socialista que hoy rechaza y acusa, quien le brindó la oportunidad de alcanzar estudios superiores, los que en la época en que gobernaba el país el dictador Fulgencio Batista, le hubiese sido imposible por falta de recursos financieros.

Su propia hermana, Gladys González Rodiles-Haney, declaró que Antonio Enrique estudió en una escuela donde tuvo de compañeros a los hijos del propio Fidel Castro e incluso representó a su país en diversas competencias internacionales de natación.

Este “neo-disidente”, en 1991 ingresó en la Universidad de la Habana en la facultad de Física, pero decidió radicarse en México al contraer matrimonio con una mexicana sin necesidad de convertirse en un emigrado.

Tres años más tarde regresa a Cuba y le autorizan volver a la Universidad, graduándose de Licenciatura en Física. ¿Por qué no lo hizo en México donde no hay socialismo antidemocrático y represivo?

Tras obtener su título en Cuba, regresó a México y pudo obtener el título de Candidato a Doctor en Ciencias Físicas.

Si tenía criterios opuestos al sistema cubano no debió aprovechar las ventajas que este le brindó para estudiar gratuitamente, hubiese sido más digno.

Pero en esta vida todo tiene un motivo.

En el 2003 Antonio Enrique González-Rodiles Fernández, viajó a Estados Unidos y se radicó en Tallahassee, estado de Florida. En 2005 obtuvo el título de Máster en Matemáticas, el cual no se sabe como sufragó, a no ser que obtuviera una beca a cambio de regresar a Cuba para iniciar su trabajo como “disidente asalariado”.

Llega a La Habana el 2007 con la idea de radicarse en el país que tiene un régimen no aceptable para él.

En la misma fecha la filología Yoani Sánchez Cordero, devenida en bloquera “opositora” hacía lo mismo, al solicitar su repatriación cuando se encontraba como emigrada en España.

Ambos regresan a Cuba el mismo año y al mismo tiempo inician sus actividades contrarrevolucionarias, siempre supervisadas por diplomáticos de Estados Unidos, algunos oficiales CIA.

Se conoce que el agente CIA y terrorista cubano, Carlos Alberto Montaner, le propuso a Yoani el trabajo, bajo la condición de que tenía que regresar a la isla.

El plan consistía en conformar una nueva imagen de la contrarrevolución que pudiera reemplazar a los viejos “disidentes”, sin atractivo para la juventud.

Ahora Antonio Enrique acusa al presidente cubano de “intentar estar en el poder a toda costa”, pero ¿qué han hecho los contrarrevolucionarios que están al frente de algunos grupúsculos, sino es consolidarse para ser los más ricos y beneficiados con los favores de los norteamericanos?

Elizardo Sánchez Santa-Cruz es un ejemplo. Nunca se ha sometido a elecciones, porque no tiene membrecía para hacerlas, (aún recordamos como incluyó personajes históricos del siglo XIX y a famosos jugadores de equipos de fútbol en sus listados), y así puede recibir los beneficios financieros y viajes al exterior.

Lo mismo pasa con el resto, incluido el propio González-Rodiles con su engendro Estado de SATS. Todos son inamovibles.

En su carta menciona algunos elementos asalariados de Miami y entre ellos a “personajes” como la protagonista del sainete “La huelga del Aguacate”, Marta Beatriz Roque Cabello, denunciado en grabaciones por la TV, incluido el desvío de recursos monetarios para compras personales. Si esas es la disidencia cubana, que Dios salve a ese pueblo.

Los líderes cubanos jamás han rehuido un combate y menos contra los que no tiene ni valor ni talento ni cualidades que envidiar o temer.

Antes de hacer otro ridículo, González-Rodiles Fernández, debe releerse lo que el propio Jefe de la SINA, Jonathan Farrar envió al Departamento de Estado sobre los llamados “disidentes”:

“Muchos grupos de oposición son dominados por individuos con encumbrados egos…” “Sin un verdadero milagro entre la oposición [···], no es probable que el movimiento disidente tradicional pueda reemplazar al gobierno cubano”. “Las encuestas informales que hemos hecho [···] muestran que las personalidades disidentes o sus agendas son prácticamente desconocidas” […] “están envejecidos y desconectados de la vida en el país.”

Solo entonces sabrá cómo conducirse, a no ser que continúen las fuertes presiones de quienes le pagan.