Autor: Reinaldo Taladrid Herrero
¿Quién es “el gato” Félix Rodríguez?
Después
de los artículos anteriores donde se describe la participación de
Posada en el escándalo Irán-contras y cómo estuvo allí junto a Félix
Rodríguez Mendigutía, hombre al parecer cercano al entonces
vicepresidente Bush, he recibido cartas de lectores preguntando datos
sobre este mercenario que ha sido conocido por el sobrenombre de “El
gato” Félix Rodríguez, trataremos de complacerlos:
Por sus credenciales es reclutado rápidamente por la CIA y comienza a
entrenarse, en una base del Canal de Panamá, en explosivos,
demoliciones, sabotajes y otras técnicas de operaciones encubiertas.
Pero ya desde entonces despuntaba como asesino profesional. En una
entrevista concedida en el 2005 al programa Magazine Cubano de una
emisora radial en Puerto Rico, confesó:
“Estando ahí, un compañero
mío que ya murió, Segundo Borges Ranzola, un muchacho joven igual que
yo, tenía la misma edad que yo, 19 años, hablamos con el norteamericano
que estaba a cargo y nos brindamos de voluntarios para eliminar
físicamente a Fidel Castro.”
No
obstante, ya como parte de la CIA, es asignado inicialmente a otra
tarea, como agente indicador junto a un oficial norteamericano cuya
encomienda era reclutar a cubanos para la brigada mercenaria de Playa
Girón. Esta misión jugaría un importante papel en el resto de su
carrera.
El investigador californiano Paul Kangas en un artículo publicado en la revista The Realist en 1990 explica: “Un
documento desclasificado del FBI coloca a Bush (padre) trabajando con
el ahora famoso agente de la CIA Félix Rodríguez en el reclutamiento de
exiliados cubanos de extrema derecha para la invasión a Cuba.
Trasladándose semanalmente de Houston a Miami, Bush junto a Félix
Rodríguez se pasó buena parte de los años 60 y 61 reclutando cubanos en
Miami para la invasión”.
El Dr. Carl Jensen del Sonoma State Collage en su trabajo Reporte de Proyecto Censurado afirmó: “hay
records en los expedientes de Félix Rodríguez y otros de los
involucrados en la invasión de Bahía de Cochinos que exponen el rol de
Bush, la verdad es que Bush había sido un alto oficial de la CIA antes
de trabajar con Félix Rodríguez en la invasión a Cuba”.
Pero no fue solo eso, uno de los que Rodríguez recomendó y fue
reclutado por el oficial de la CIA George Bush padre fue nada más y nada
menos que Jorge Lincoln Mas Canosa, primer presidente de la Fundación Nacional Cubano-Americana.
Posteriormente,
también como parte de la operación de invasión, se le ordena
infiltrarse en Cuba en la zona de la costa norte de Matanzas con el fin
de volar el puente de Bacunayagua, el más alto de Cuba, para tratar de
cortar las comunicaciones que iban hacia la zona de Playa Girón. La
operación fracasó cuando la Seguridad cubana penetró y desarticuló el
grupo que debía ejecutarla.
Ante esa situación, Rodríguez huye y se refugia en la embajada de
Venezuela en La Habana, de donde sale hacia ese país y de ahí retorna a
los Estados Unidos.
Al regreso es enviado al selecto grupo que pasa el curso de oficiales
del ejército norteamericano en Fort Bening. Algunos de sus compañeros
de clase: Jorge Lincoln Mas Canosa, Luis Posada Carriles y José
Francisco “Pepe” Hernández, entre otros.
Según su propio relato en esta entrevista en Puerto Rico en el 2005 explica que después de graduado: “en
mi caso seguí trabajando en operaciones con la Agencia donde hicimos
operaciones de comando contra Cuba. Fui a Venezuela a un operativo de la
Agencia para apoyar al sistema de comunicaciones contra las
guerrillas”.
Y cumpliendo misiones del imperio como miembro de la CIA en América
Latina, es asignado al grupo que persiguió y asesinó al Che en Bolivia.
Luego de este episodio, le confiesa al programa Magazine Cubano de esta emisora radial en Puerto Rico:“Regresé
a Estados Unidos. Entonces me mandaron a trabajar como asesor a una
unidad presidencial en el Ecuador, de ahí al Perú, una unidad
paracaidista, y me tocó inclusive que nos rodeara el ejército y dimos un
golpe militar contra el presidente Belaunde Terry por Velasco Alvarado
que se giró totalmente hacia el comunismo después de aquello y entonces
ya se paró la asistencia militar de Estados Unidos”.
En
1969 obtiene la ciudadanía norteamericana y es enviado por la CIA a
participar en la guerra de Vietnam como parte del ejército
norteamericano. Allí desarrolló más de 300 misiones ofensivas en
helicóptero, siendo derribado en 5 de ellas. Entrenó a las Unidades de
Reconocimiento de la tristemente célebre Operación Fénix (que dejó más
de 26 000 muertos sobre todo por torturas y ejecuciones).
Un detalle muy curioso es que en este periodo estuvo en la compañía
de aviación de la CIA, Air América, famosa por el gran tráfico de
heroína que desarrolló desde Laos hasta los EE.UU.
Y, ¡! Atención ¡!, dos nombres muy importantes en la carrera
posterior de Félix aparecen dirigiendo este narcotráfico de Air América:
Donald Gregg y Theodore Shackley, ambos jefes de la CIA en la zona en
ese momento.
Al final fue condecorado con 9 medallas por el gobierno títere de Vietnam del Sur.
A su regreso de Vietnam continúa representando a la CIA en los más
disímiles trabajos, el propio Félix los explica ante la radio en Puerto
Rico en el 2005: “después en el 73 estuve de asesor de las fuerzas
armadas en la Argentina, en el 74 y 75 en el área del Caribe, inclusive
pasaba mucho por Puerto Rico, para de ahí visitar las diferentes islas
que nosotros cubríamos por la Inteligencia.
Y entonces algo cambió en la Agencia, para suerte de Félix.
Asume el cargo de director de la CIA George Bush, su reclutador, su
maestro, su amigo, su jefe cuando lo de la invasión mercenaria de Girón y
Bush padre nombró a Theodore Shackley, antiguo jefe en Vietnam y en Air
América, además de haber dirigido la estación JM Wave en Miami, como
nuevo Jefe de Operaciones Encubiertas en todo el planeta.
En un detallado estudio de la carrera de Rodríguez hecho por el redactor de Granma Internacional y reconocido investigador canadiense Jean Guy Allard, titulado George y Félix, la historia de dos viejos amigos, este afirma: “Félix
Rodríguez colaboró con Bush en este periodo desarrollando misiones en
Uruguay, Brasil, Costa Rica, Honduras, Guatemala y El Salvador”.
En 1976, el Director de la CIA George Bush en solemne ceremonia impuso al agente Félix Rodríguez Mendigutía la medalla Estrella de la Inteligencia por el Valor, una de las más altas condecoraciones de la Agencia.
Pero, de pronto, explica Félix en la citada entrevista, sucede algo realmente inexplicable: “en
el 76 me retiraron por motivos de seguridad porque me habían amenazado
de muerte y había una serie de situaciones cuando aquello”
Qué curioso, la misma historia de Posada, en el mismo año lo “retiran” alegando causas realmente nada convincentes, a Posada por “problemas tributarios”, a Félix por “amenazas de muerte” y una “serie de situaciones”.
Sin embargo, en ese mismo año se produce la mayor cantidad de actos
terroristas contra Cuba fuera de territorio cubano liderados por el
CORU.
¿Por qué la CIA “filtra” la información de que ha cortado con
personajes como Félix y Posada? ¿Para que no la asocien con lo que iba a
pasar? Y, ¿cómo la CIA sabía lo que iba a pasar?
Pero ¿estaba Félix Rodríguez realmente retirado de las actividades terroristas contra Cuba en 1976?
Veamos un artículo de junio del 2005 del diario de Miami, El Nuevo Herald, donde se puede leer: “A
la pregunta sobre la responsabilidad de Posada en la tragedia del avión
de Cubana de Aviación, el ex operativo de la CIA Félix Rodríguez se
limitó a responder: “Prefiero no hablar de eso por muchas razones”.
¿Qué es lo que sabe si él estaba retirado de la CIA? ¿Por qué no quiere hablar?
No obstante, a estas preguntas trataremos de darles respuesta en un
próximo trabajo pues hoy el espacio nos obliga a concentrarnos en la
tenebrosa historia de Félix Rodríguez Mendigutía.
Así permanece más o menos en la sombra hasta que reaparece como uno
de los protagonistas del sonado escándalo de abastecimiento ilegal a la
contra nicaragüense conocido como Irán-contras.
Veamos su versión pública, dada en la citada entrevista en Puerto Rico en el 2005: “en el 85 fui de voluntario y estuve volando con la fuerza de El Salvador contra las guerrillas comunistas en El Salvador.”
No fue tan sencillo.
Otra versión la ofrece Celerino Castillo III, un condecorado agente de la DEA (Agencia Antidrogas de EE.UU.),
quien declaró bajo juramento y por escrito ante el Comité Selecto de
Inteligencia de la Cámara de Representantes lo siguiente: “… por una
Orden Ejecutiva y una Decisión de Seguridad Nacional de finales de 1981,
el vicepresidente Bush fue puesto como supervisor de todas las
operaciones de Inteligencia de la administración…”
Había que apoyar al máximo a los contras nicaragüenses que peleaban para el gobierno de los EE.UU.
contra los sandinistas en Nicaragua, pero existía una prohibición
congresional, una ley que impedía apoyar a este movimiento con fondos
federales, al respecto en su testimonio Castillo III explicó:
“… George Bush, su asesor para Seguridad Nacional, Donald Gregg (el
mismo del narcotráfico de heroína durante la guerra de Vietnam con la
compañía de la CIA Air América) y Oliver North, se dirigieron a ciertos
gobiernos extranjeros y a contribuyentes privados para reemplazar los
dólares del gobierno… a finales de 1984 Donald Gregg reunió a Oliver
North y Félix Rodríguez, quien ya llevaba más de un año trabajando en
Centroamérica bajo las órdenes de Bush. El 22 de enero de 1985, se
reunieron Bush, Gregg y Félix Rodríguez, dos días después de esta
reunión Rodríguez fue a El Salvador e hizo los arreglos para organizar
su centro de operaciones en la base aérea de Ilopango…”
Comienza esta ilegal y supersecreta operación de búsqueda de dinero y
abastecimiento a la contra. Su centro principal fue la base aérea de
Ilopango en El Salvador, allí Félix Rodríguez que era uno de los jefes
principales trajo, como ya vimos, a trabajar con él a Luis Posada
Carriles, a quien sacó de una prisión en Venezuela.
Pero allí en Ilopango, además de la ilegalidad de la operación en sí
misma, ocurrió algo todavía más grave que analizaremos la próxima
semana. Los aviones que llegaban cargados de armas y suministros para la
contra regresaban a los EE.UU. repletos de cocaína que se vendía en territorio norteamericano y con las ganancias se financiaba parte de la operación.
Tanto el entonces vicepresidente Bush como su asesor de seguridad
nacional Donald Gregg han negado que conocieran de la ilegal operación y
que Posada Carriles estuviera trabajando en la misma.
Según un artículo de Gerardo Reyes publicado en el diario El Nuevo Herald en junio del 2005: Durante
una entrevista en Charleston, Carolina del Sur, Bush, siendo todavía
vicepresidente, describió a Rodríguez como “un patriota” y negó que la
Vicepresidencia estuviera dirigiendo la operación ilícita de suministros
a los contras. “Decir que yo dirigía la operación [. . .] es
absolutamente incierto”, afirmó Bush.
Pero nuevamente los hechos apuntan en otra dirección:
En el ya citado estudio sobre Félix Rodríguez de Jean Guy Allard, este confirma que: En
diciembre de 1985 George Bush recibió abiertamente a Félix Rodríguez en
la Casa Blanca, con fotografías oficiales y protocolo completo.
Rodríguez participó en la celebración de las navidades y el
vicepresidente lo presentó como “un viejo amigo” de Donald Gregg y de
él.
En su autobiografía, Rodríguez describe así el encuentro en la Casa Blanca: “…
pude mostrar a Bush algunas de las fotos de mi álbum. El honor de estar
con el Vicepresidente fue inmenso. Con el Sr. Bush es fácil hablar y él
estaba interesado en mis historias”.
Y según nueve fuentes diferentes, todas norteamericanas, entre las
que mencionamos: el citado testimonio del ex condecorado agente de la
DEA Celerino Castillo III, el Informe Kerry ante el Comité de Relaciones
Exteriores del Senado y los libros El precio del poder, de Seymour Hersch y Fuera de Control de Leslie Cokburn, se conoce que:
Unos días después en la oficina de Bush, Félix Rodríguez se reunió
con el coronel Sam Watson, representante de Donald Gregg en El Salvador y
el coronel Steele para discutir la estrategia de la lucha de los
contras.
En mayo de 1986 Rodríguez se reunió con Bush, Gregg y Oliver North en Washington.
En septiembre visitó a Bush y Gregg para quejarse de la calidad de
las armas que mandaba el general Richard Secord, Gregg ordenó que las
armas debían comprársele directamente a una de las fuentes de Rodríguez.
En octubre de ese mismo año 1986 el general Singlaub se quejó de que
los “contactos diarios” de Félix Rodríguez con la oficina de Bush
podrían poner en peligro al presidente Reagan y al Partido Republicano.
Además se conoce que Phyllis Byrne, secretaria de la oficina del
vicepresidente Bush preparó el 16 de abril de 1986, según reveló la
escritora y activista Jane Franklin en un ensayo publicado en el 2005,
una solicitud de rutina para que Bush recibiera en una reunión a Félix
Rodríguez donde este último “le brindaría un resumen al Vicepresidente de la situación de la guerra en El Salvador y el reabastecimiento de los contras”.
Poco tiempo después, el 30 de abril de 1986, la secretaria Byrne le
entregó a Bush un memorando preparatorio para una reunión que el
vicepresidente iba a tener el 1ro. de mayo, y decía textualmente:
“Félix Rodríguez el experto en contrainsurgencia quien está de visita
proveniente de El Salvador le dará un panorama de la situación de la
guerra en El Salvador y el reabastecimiento de los contras”.
Puede alguien creer que ni Bush padre, entonces vicepresidente de los EE.UU.,
ni su Asesor de Seguridad Nacional sabían lo que estaba pasando en
Ilopango, incluido el narcotráfico o la presencia de Posada Carriles.
Félix Rodríguez fue citado a testificar ante el Congreso durante la
investigación, pero siempre protegió en su testimonio a George Bush. Al
parecer, había mucho que esconder.
En una entrevista del año 2004 el ex agente de la DEA Celerino Castillo realizó la siguiente valoración: “la
única razón por la que Félix Rodríguez no fue arrestado es por que él
sabía dónde estaban enterrados todos los cadáveres de la operación
Irán-contras. Él siempre ha sido un terrorista así como Osama Bin Laden y
todos los terroristas que nosotros hicimos en el pasado”.
Termina la ilegal operación y qué pasa con el viejo agente, ¿se
retira? ¿se jubila?, él dice que sí, pero otros lo ven diferente.
De acuerdo a la revista norteamericana Rolling Stone: “en 1987
Félix Rodríguez aún iba a la sede de la CIA mensualmente para recibir
tareas y de paso serviciar su Cadillac azul a prueba de balas”.
Con posterioridad a esta fecha ha sido denunciado por las autoridades
cubanas participando en varios planes de atentado contra el Presidente
cubano Fidel Castro.
Recientemente fue designado jefe de la organización terrorista
Brigada 2506 que agrupa a lo que queda de los derrotados mercenarios de
Girón, donde por cierto, uno de sus últimos actos fue recibir en su sede
y hacer miembro de la Brigada al actor y director Andy García quien
aceptó “honrado”.
Pero volviendo a una recurrente pregunta.
¿Cortaron gente como Posada y Rodríguez alguna vez sus vínculos con la CIA y la familia Bush?
El Miami New Times cita a Rodríguez autodescribiéndose en el año 2004 como un “héroe de la CIA”.
Entonces, ¿sería solo por afinidad que George Bush padre calificó a Félix Rodríguez como “un buen amigo” y que le envió una postal de Navidad a finales de 1988?
Lo significativo es que lo hizo después del testimonio de Rodríguez ante el Congreso y ya electo como Presidente de los EE.UU., donde le escribió:
“Querido Félix: Gracias por tu nota del 18 de diciembre. Sí, la
verdad es poderosa. Tú has dicho la verdad fielmente y has ganado mucho
respeto en el proceso. Buena Suerte. Espero que 1989 sea más tranquilo
que 1988 y esté lleno de gran felicidad para ti. Con admiración y
respeto, George Bush”.
Y si los Bush cortaron con Rodríguez, ¿cómo se explica esto que reveló en el 2004 la publicación Miami New Times: “el actual presidente Bush le envía una postal de Navidad cada año desde la Casa Blanca a Félix Rodríguez”?.
¿Por qué?
¿Qué le tiene que agradecer, qué le debe el actual Presidente de los EE.UU. a este viejo agente de la CIA y actual jefe de la organización Brigada 2506?
La próxima semana algo de esto les mostraremos. Pero, con lo que ya
sabe, mi consejo solo puede ser: amigo, saque usted sus propias
conclusiones.
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